Autora: Gisella Vargas – Psiquiatra de Niños y Adolescentes Hospital Victor Larco, Perú.
Salud Mental de Niños y Adolescentes
La salud mental de niños y adolescentes se caracteriza por el cumplimiento de hitos del desarrollo, la mantención de indicadores emocionales sanos, la posibilidad de aprender habilidades sociales saludables y poder enfrentar y solucionar problemas. Este proceso tiene especial importancia puesto que permite estimar que el desarrollo cerebral está ocurriendo dentro de un marco apropiado.
Durante el neurodesarrollo se produce una interacción dinámica entre el niño y su entorno. La neuro plasticidad confiere mayor adaptabilidad y receptividad a las influencias contextuales. El desarrollo saludable dependerá de que se les permita generar vínculos, tomar decisiones de forma independiente y adquirir responsabilidades acordes a su edad.
Ampliar la mirada de la salud mental más allá de lo patológico, y al considerar al sujeto no solo desde una perspectiva biológica, sino también en su contexto histórico, socioeconómico, ambiental y cultural, posibilita que la manera de abordar la salud mental no sea solamente vista desde la ausencia de síntomas, sino que involucre también el autocuidado, intervenciones socio-comunitarias, la aceptación de la diferencia entre otros.
Desde el marco del cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño, donde, es “sujeto de derecho”, se deben reconocer sus diferencias, promover el respeto y su cuidado integral, haciendo que las políticas públicas tengan un papel más activo en el cuidado del bienestar emocional y psicológico de las niñas, niños y adolescentes.
Los nuevos ritmos y estilos de vida actual están transformando los marcos habituales de relaciones, afectos y comunicación, a través de los cuales las niñas y los niños van adquiriendo habilidades sociales de respeto, ayuda y empatía. Las madres, los padres o cuidadores principales desarrollan diversas actividades domésticas, laborales, académicas. La tecnología ha transformado los modos de comunicarnos y entretenernos; es un nuevo contexto con múltiples determinantes.
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Necesidades Básicas (Maslow 1943)
Maslow jerarquizo las necesidades de los seres humanos desde las más básicas a las mas trascendentes. Las superiores emergen cuando las básicas están satisfechas. Las observaciones longitudinales de niños durante sus primeros meses de vida han mostrado que el bebe no solo requiere alimento, sino también cuidado y afecto.
Necesidades Emocionales
La infancia es un período de dependencia y de desarrollo. Para los adultos cuidadores es fácil identificar las necesidades físicas, educativas de los niños, pero no es tan sencillo reconocer y dar importancia a la satisfacción de las necesidades emocionales básicas. Gracias a ellas, los niños pueden alcanzar la autoestima, el autocontrol y el conocimiento del mundo que le permitan llegar a ser un adulto equilibrado emocionalmente, capaz de tomar decisiones y ser responsable de sus acciones.
El desarrollo emocional está relacionado a resultados en el largo plazo, como la capacidad de adaptarse al colegio, conservar un trabajo o prosperar en diferentes ambientes laborales y, de manera general, de mantener relaciones personales sanas, funcionales y duraderas.
La seguridad emocional de un niño pequeño es un requisito previo para cualquier aprendizaje. Sintiéndose seguro emocionalmente, será capaz de lograr grandes cosas. Es imprescindible que los adultos conozcan y comprendan los requerimientos emocionales de los niños y adolescentes. Los cuidadores atentos a las necesidades de los niños ponen el cimiento de la regulación emocional sana.
La asociación entre las experiencias positivas y un cuidado afectuoso y sensible les proporciona una base emocional que les permite ser conscientes de sus propios sentimientos, anticiparlos, expresarlos y aprender a manejar hábilmente las interacciones con compañeros y adultos.
Amor
Necesidad básica para todos, a cualquier edad. Se demuestra de manera física, verbal y no verbal. Hay caricias que se dan con la mirada y el tono de voz y sientan de maravilla. El amor nunca está de más, decirles a los niños que los queremos todos los días no va a producir nada negativo en ellos, por el contrario, les proporciona la seguridad y confianza básica en él mismo y en la vida, así como la conciencia de ser digno de amor por ser lo que es.
El amor se puede transmitir adecuando el tono, el timbre y el volumen de la voz para transmitir emociones y mantener el interés. El contacto visual significativo, gestos bien intencionados, la postura corporal de atención, contacto físico positivo, abrazos, caricias, besos, miradas son parte de la comunicación no verbal y una manera decir te amo.
Presencia
Implica cercanía, atención e interés. Pasar tiempo con el niño / adolescente, sobre todo, aprovechar para conectar emocionalmente con él. Y este tiempo no sólo cuenta en cantidad sino también en calidad; que experimente acompañamiento. Cuando los adultos lo ignoran, no pasan tiempo con él, no buscan conocerlo todos sus talentos, virtudes y defectos, es como si no lo vieran y él lo percibe. Esto le crea la idea de que no es digno de que la gente lo tome en cuenta.
Validación
Que sienta que está bien ser, sentir y pensar como lo hace; sin experimentar críticas destructivas, maltrato, enjuiciamiento o falta de reconocimiento por sus logros y esfuerzos. Valorarlos como son y no lo que queramos que sean. Aceptar sus pensamientos y emociones con amor y cariño para que ellos vayan creando su propia identidad diferente al resto. Validar sus emociones, que pueda estar triste o asustado, darle espacio para que se exprese y busque alternativas para solucionar sus problemas.
Protección
Ofrecer contextos que les haga sentir confianza, libres y protegidos de posibles miedos que puedan adquirir. Cuando son pequeños/as nos mirarán o tocarán buscando protección, nuestra misión es darles esa seguridad que necesitan para desarrollarse.
Disciplina, Limites y Consistencia
Todos los niños necesitan disciplina para aprender sobre comportamientos y normas socialmente aceptables; necesitan aprender a vivir respetuosamente en sociedad y en entornos familiares. Deben aprender que hay ciertos comportamientos son inaceptables y que ellos serán responsables de las consecuencias de sus actos. La disciplina debe ser consistente para que los hijos siempre sepan qué se espera de ellos y cuáles son sus límites. Cuando no se ponen límites, el mensaje que recibe el niño es «no me importa lo que hagas”. El mensaje debe ser: «porque me importas yo deseo tu estabilidad y esta es una lección que necesitas aprender».
Seguridad
Además de satisfacer las necesidades fisiológicas como comer o dormir, se requiere a garantizarle un espacio acogedor, una familia estable, salud, un ambiente seguro y armónico durante su crecimiento.
Las rutinas y horarios le dan a su jornada una estructura y generan una sensación de seguridad y les evita la incertidumbre.
Apoyo
Implica acompañar en sus conflictos emocionales para encontrar las herramientas que les ayuden en su gestión emocional. Que sepa que hay alguien allí para él, que le brinda su apoyo incondicional y ayuda cuando lo necesita, lo anima a seguir adelante, lo llena de seguridad y confianza para actuar.
Respeto
Respeto por sus gustos, preferencias, talentos, habilidades, emociones, pensamientos… aunque sea un niño, necesita que se le dé cabida a su individualidad.
Definir claramente los roles de padre/ hijo/ profesor. Los niños observan el comportamiento de los adultos, por tanto, son ejemplos de conducta. El respeto es algo que se gana, no se impone.
Diversión, magia y fantasía
El juego y la fantasía les proporciona un marco fundamental con el que desenvolverse en el mundo. El juego ayuda a desarrollar ciertas habilidades importantísimas como la constancia, el compromiso, el desarrollo de intereses y gustos, algunas habilidades sociales. Así mismo a través del juego aprenden a que no siempre se gana. Que de las derrotas se pueden sacar lecciones importantes.
Para concluir, diremos que un niño que es atendido en sus necesidades emocionales tiene mejor salud, menos estrés y mayor confianza en sí mismo. Tiene mejores relaciones con amigos y familiares, mejor capacidad para comunicarse, disposición para aprender y desarrollar su creatividad, talentos y aptitudes, y está abierto a nuevas vivencias.
Referencias
1)Brotherson MJ, Summers JA, Naig LA, Kyzar K, Friend A, Epley P, Gotto IV GS, Turnbull AP. Partnership patterns: Addressing emotional needs in early intervention. Topics in Early Childhood Special Education. 2010 May;30(1):32-45.
2)Trowell J, Bower M. The emotional needs of young children and their families. Routiedge; 1995.
3) Lockwood G, Perris P. A new look at core emotional needs. The Wiley‐Blackwell handbook of schema therapy: Theory, research, and practice. 2012 Feb 23:41-66.